
El papa Francisco abogó este viernes ante los líderes del G7, las siete democracias más avanzadas del mundo, por darle una dimensión ética a la Inteligencia Artificial (IA) y alertó sobre su uso en conflictos armados y en la industria armamentística.
“Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano”, declaró el papa, el primer pontífice en asistir a una cumbre de estas potencias (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), reunidas hasta hoy en la región italiana de Apulia (sur).
Francisco fue invitado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, para hablar en el panel sobre la IA. En su discurso, advirtió sobre los peligros de la aplicación de esta tecnología en la guerra y pidió prohibir las “armas autónomas letales”.
“En un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas ‘armas autónomas letales’ para prohibir su uso, empezando desde ya por un compromiso efectivo y concreto para introducir un cada vez mayor y significativo control humano”, instó.
El pontífice argentino sigue de cerca el desarrollo de esta tecnología, dedicándole su mensaje de la Jornada por la Paz de 2024. Desde 2020, el Vaticano impulsa la iniciativa “Rome Call for IA Ethics” para promover una dimensión ética en los algoritmos, apoyada por gigantes como Microsoft e IBM.
Ante los líderes democráticos del mundo y algunos de sus socios invitados, como el presidente argentino Javier Milei y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Francisco describió la IA como “fascinante y tremenda”, reflejando tanto las posibilidades como los temores que genera esta tecnología.
“La IA podría permitir una democratización del acceso al saber y fomentar la investigación científica, pero también podría aumentar la injusticia entre naciones avanzadas y en desarrollo, así como entre diferentes clases sociales”, señaló.
El papa subrayó la necesidad de que el control humano basado en criterios morales esté siempre presente en la acción de las máquinas. “El ser humano no solo elige, sino que en su corazón es capaz de decidir”, afirmó.
“Debemos asegurarnos de que al ser humano le corresponda siempre la decisión, incluso con los tonos dramáticos y urgentes con que a veces se presenta en nuestra vida”, agregó. Advirtió que un futuro en el que las personas dependan de las decisiones de las máquinas sería un futuro sin esperanza.
Francisco también resaltó el valor de la política en este contexto: “Es precisamente aquí donde urge vuestra acción, la acción política (…) ¡La política sirve!”, enfatizó.
“Mi reflexión sobre los efectos de la inteligencia artificial en el futuro de la humanidad nos lleva a considerar la importancia de la sana política para mirar con esperanza y confianza nuestro futuro”, concluyó el papa.

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